La pregunta de todos los amantes del fútbol de Honduras, es la siguiente. ¿Qué méritos hizo Jorge Benguché para jugar los Juegos Olímpicos? Esa respuesta solamente la tienen Fabián Coito y Miguel Falero, ellos fueron los que decidieron llevar al delantero a Tokio, Japón. Ambos ha cometido una tremenda locura.
Si es por rentabilidad y méritos, Jorge Benguché no debió ser convocado, no tiene números para haber viajado como refuerzo de la Sub-23, sus números lo delataron, un año estuvo en el Boavista de Portugal y no pudo anotar un tan solo gol, gozó de muchos minutos, el técnico del equipo le generó un ambiente de confianza al jugador, hasta que se cansó y se vió en la necesidad de enviarlo al equipo de suplentes.
Hoy, como refuerzo, el “Toro” se ha quedado débil, los cachos han desaparecido, sigue sin encajar, quedó sin fuerzas, es domable, no hace la diferencia en la selección Sub-23, lo demostró ante Rumania, su nivel fue bajó, no abonó en nada a los intereses de sus compañeros, ha sido más la buena voluntad de los técnicos, más la presión de los directivos de Olimpia, que el mérito que hizo en estos meses atrás para jugar un torneo tan importante como lo es los Juegos Olímpicos de Tokio.
Para el partido ante Nueva Zelanda, se espera que Jorge Benguché no salga de titular y en su lugar, está Luis Palma y Obregón, además, ambos delanteros hicieron méritos de sobras en el Preolímpico de Guadalajara para ser los encargados en el ataque de la selección catracha.