Si hay un jugador desequilibrante en la selección de Honduras, es el volante de Olimpia, Edwin Rodríguez, es un jugador que sabe encarar, tiene buen manejo de balón, un futbolista con todo el talento de sobra, solo que con el planteamiento de Fabián Coito, no pasará a más. Le costará todo por las funciones que hace dentro de la cancha.
En Olimpia, el futbolista pisa área, mete diagonal, siempre busca generar peligro en la meta del rival, el balón pasa mucho tiempo por él, es un desequilibrante en el mano a mano. En la selección es todo lo contrario, aparece como volante, pero en realidad hace las funciones de un lateral izquierdo, también de un contención, y por ratos, también hace el trabajo de un defensa central, tanto es el esfuerzo que hace para defender, que cuando le toca pasar al ataque, las piernas no dan para más, los recorridos más cortos que debe hacer Rodríguez para crear peligro en la meta del rival son entre 70 a 80 metros, distancias desgastantes para un jugador que se lleva haciendo lo mismo en todo el partido, ya que el sistema no le permite otra cosa.
Ante la selección de México, Rodríguez no pasó de jugar como un lateral izquierdo, en todo el partido se la llevó corriendo detrás de los jugadores mexicanos, en los últimos minutos pudo sacar un disparo a la meta que controló con mucha facilidad el portero de la selección de México.