Cosas de locos lo que sucedió en Motagua hace varias temporadas atrás, el entrenador venía ganando con el equipo y en él se concentraba un poder absoluto para tomar decisiones, tanta poder el que tenía que se dió el lujo de separar jugadores que ahora hacen las diferencias en otros clubes, como es el caso de Deybi Flores, Eddie Hernández, Maylor Nuñez, quiénes destacan en Olimpia.
Gracias al poder que tenía Diego Vázquez en el equipo, estos jugadores buscaron oportunidades en otros equipos, el caso de Eddie Hernández, por una discusión que tuvo con el entrenador argentino fue enviado a préstamo al Vida de La Ceiba, a su regreso fue separado del club por orden de Vásquez, Olimpia lo fichó y es un jugador que extraña Motagua en ataque.
El caso de Deybi Flores fue una locura, superó los niveles de demencia del entrenador y la directiva, el jugador demostró las mejores condiciones desde un inicio, incluso, a Motagua le género dinero al venderlo al Vancouver Whitecaps de la MLS, a su regreso al equipo, Diego Vázquez entró en problemas con el jugador, los resultados lo avalaban, así que lo separó del club, Olimpia lo abrazó, lo acogió y hoy es un jugador de exportación, un volante que extraña Motagua en estás épocas de sequías de títulos.
Maylor Nuñez, también fue separado por Diego Vázquez, siempre por su soberbia, los resultados lo avalaban, las decisiones que tomaba parecían las correctas, hoy, Motagua no tiene un lateral derecho, creyeron que con Marcelo Santos resolvían en la posición, separaron a Maylor Nuñez por incapaz e «indisciplinado”, hoy, la realidad del futbolistas es que es la solución de Olimpia por la derecha y se encamina a ser el lateral derecho de la selección nacional que dirige el uruguayo Fabián Coito.
Otro jugador que separó Diego Vázquez, por que se le antojó las santas ganas, fue a Harold Fonseca, en el caso del portero, su despido se dió para proteger a Jonathan Rougier. Harold ha salido campeón por tres veces consecutivas con Olimpia, ha sido convocado a la selección de Honduras, hoy, Motagua comienza a extrañar a un portero de su talla.