TEGUIGALPA – «Cuando hablo de fin de ciclo o de renovaciones es porque creo que es lo que hay que hacer». Esta frase tan contundente de Joan Laporta presume un verano bastante movido en Can Barça. El presidente azulgrana es consciente de que hace falta un cambio de rumbo para, sin olvidar la precaria situación financiera, tratar de armar un bloque competitivo que vuelva a luchar por la Champions League y por LaLiga.
Bajo este panorama, existen una serie de claves que Laporta y su Directiva tendrán que afrontar este verano en ese proceso de renovación.
La situación de Koeman
A día de hoy no es seguro que Ronald Koeman no vaya a seguir como entrenador del Barcelona. Joan Laporta tiene dudas, pero la presencia del técnico holandés la próxima temporada podría ser un hecho con el que hasta ahora no se contaba. No es una decisión baladí. El proyecto debe arrancar con el entrenador definido y así poder consensuar con él todo lo relacionado con las altas y las bajas.
A Koeman no se le considera el único culpable de la temporada azulgrana. De hecho, se le valoran cosas como haber sacado a jóvenes de la cantera, además de haber ganado un título, la Copa del Rey. Laporta sigue deshojando la margarita.
La continuidad de Messi
Para Laporta es una cuestión prioritaria. Tanto o más que fichar a una nueva estrella. El nuevo presidente está haciendo un trabajo de fondo para convencerlo de que renueve, algo que no va por mal camino. Pero, aunque Messi aceptara reducirse sus emolumentos, el esfuerzo económico del Barcelona le llevaría a descartar otras cosas, como fichar a Haaland.
Aun así, no se duda de que Messi, pese a su edad, debe seguir siendo el buque insignia del Barcelona, más todavía cuando, una vez más, ha sido el mejor jugador del equipo.
La venta de Griezmann
Justo ahora que está en su mejor versión desde que aterrizó en el Camp Nou, Antoine Griezmann está en la lista de posibles salidas, pero no por cuestiones deportivas, sino estrictamente económicas. El club necesita hacer caja para cuadrar los números y vender al francés, aún con un alto caché en el mercado, aliviaría la situación. La institución considera que su salida implicaría la entrada de una gran cantidad de dinero.
De todas maneras, Griezmann tendría una posibilidad de seguir, supeditada a la marcha de Messi. Si el argentino no renovara, el galo seguiría porque ya se ahorraría la ficha del argentino y porque necesita un hombre de su perfil sobre el césped. MARCA.COM