Ronald «Cuervito» Maradiaga, es el futuro del Vida, tiene talento de sobra, confía plenamente en sus condiciones, es una realida, es cuestión que el tiempo pase para verlo destacar con la camisa del equipo Cocotero.
Con apenas 17 años de edad, el joven futbolista hizo su debut ante el Honduras Progreso y no defraudó, jugó por el sector derecho, imprimió velocidad, el poco tiempo que estuvo en la cancha fue suficiente para demostrar que sus condición futbolísticas son halagadoras y que el futuro que le espera es prometedor.
Ronald «cuervito» Maradiaga, es habilidodo, agil con la pelota en los pies, irrespetuoso sobre la cancha ante el rival, tiene gol, por sus buenas condiciones pudo hacer su debut, se siente cómodo en el equipo, lleno de confianza, no tiene prisa para correr sin antes comenzar a caminar. «Me he sentido muy bien y con mas confianzas», dijo Maradiaga después de haber debutado en la liga profesional de Honduras.
El joven futbolista espera cosas buenas para su carrera, está confiando en su talento y en el trabajo que hace en cada entrenamiento. «Confío en mi talento, espero muchas cosas, sé que para eso tengo que trabajar y exigirme lo suficiente para poder brillar en la cancha».
No tiene prisa, es cuestión de entrenamientos para para seguir teniendo más oportunidades en el equipo. «Eso ya lo decide el profe, yo sé que tengo que entrenar duro para poder jugar», expresó el «cuervito».
Sobre la diferencia que ha escuchado entre su padre, Ronald «Cuervo» Maradiaga y él manifestó. «Mi papá era más asistidor dentro de la cancha y yo soy un jugador potente y con goles».
En el primer equipo del Vida hay una buena generación de jugadores jóvenes y con buenas condiciones.
Además, en sus tiempos libres, se ha dedicado a ver vídeos de su papá, aquel ex futbolista del Victoria que levantaba a la afición con jugadas que solo él podía hacer sobre la cancha, también recibe los mejores consejos para destacarse en el fútbol. «Lo he visto y he estado muy orgulloso de él, los consejos de él siempre son, que nunca vaya a agarrar malos vicios, él es mi espejo», se refirió con mucho orgullo sobre su padre.
El «Cuervito» Maradiaga, pasó toda su carrera en las categorías menores jugando en la posición de delantero, anotó muchos goles, pero una vez que llegó al Vida, el lugar que ocupa es de volante derecho, además, es una posición que le cae bien por sus facilidades de quitarse marcas y la potencia y la rapidez física con la que juega en ese sector de la cancha.