No es culpa de un jugador de fútbol cuando es fichado por un equipo sin tener las condiciones ni competencias para vestir la camisa de un club tan importante como lo es el Olimpia de Honduras, equipo que de pronto contrató al defensa paraguayo José Cañete, quién ha llegado al equipo a sentarse al banco de suplentes y con la aprobación del entrenador Pedro Troglio..
De pronto, en el mes de enero, el Albo anunciaba la contratación del defensa paraguayo, quien venía con experiencia de haber jugado unos cuantos partidos de Copa Liberadores, un futbolista que venía a suplir la vacante del argentino Jonathan Ferrari, que había sido separado del club después de haber sido culpado por la eliminación de Olimpia ante el Saprissa, aquel fatídico partido que perdió el Albo 4-1 en tierras ticas.
Cañete llegó al país y le dieron una bienvenida de altas expectativas, dejaron a un costado que los últimos jugadores extranjeros que ha fichado Olimpia ha sido un fiasco, se confiaron por el currículum del jugador, nadie se dio cuenta que trajo un aspecto de un futbolista que tiene tendencia a engordar y una vez que pudo debutar con el equipo, calló a todos por un gol de cabeza que anotó en la goleada de 5 -0 que propinó el Albo al Honduras Progreso en el estadio Nacional, fue un rotundo golpe de cabeza, fue tanta la emoción que el defensor paraguayo celebró con mucha euforia y con lágrimas incluidas, parecía que lloraba por la muerte de un ser querido, no podía creerlo, todo indicaba que era su primer gol en su carrera como futbolista y se dio en el Olimpia de Honduras, ese mismo equipo que se ha dejado vivir y estafar por varios jugadores extranjeros que ha llegado al equipo sin dejar un legado y que han brillado por su incapacidad de vestir con dignidad la camisa del club.
Tan malas son las condiciones y las competencias de José Cañete, que el defensa paraguayo se ha conformado con ver jugar en su posición al juvenil defensor, André Leveron, quien ha tenido la oportunidad de jugar de titular ante Lobos UPN, dejándo al paraguayo en el lugar de suplentes, un lugar que se ganan los futbolistas extrajeros que vienen al país a vivir a los directivos, con confabulación de éstos y algunos técnicos que se dedican a cobrar comisiones por la traída de estos jugadores incompetentes, es de averiguar quien dió el visto bueno para la contratación de un fútbolista que ha pasado desapercibido en Olimpia y que no hay espacio para un jugador con él.