Corriendo detrás de la pelota en todo el partido, defendiéndose como debe de hacerlo un equipo grande, siendo contundente en ataque, jugando con energía, así como caracteriza a un grande, fue lo que hizo Olimpia la noche de ayer para derrotar al Montreal Impact y dar un golpe de autoridad para encaminar el camino de avanzar a la semifinal de la Concachapions.
Los jugadores del blanco entendieron las indicaciones del entrenador, saben asimilar, una característica principal de los jugadores de un equipo grande, supieron llevar el planteamiento pedido a cabalidad, no podía haber margen de error, se defendieron de la mejor manera, un aliado efectivo de un equipo grande, Olimpia jugó sacando provecho al orden táctico, en el primer tiempo controlaron todo ataque del rival, se apoderaron de todos los espacio de su terreno de juego y cuando pasaron al ataque lo hizo de una forma efectiva, con dos delanteros que siempre buscaron los espacios vacíos, una carta de presentación de un equipo grande.
No se puede negar la grandeza del equipo hondureño, es el único de Centro América que se mantiene con vida en el torneo internacional, mantiene su invicto, ha jugado tres partidos y ningún rival ha tenido la capacidad de vencerlo, siempre sucede con un equipo grande, nunca es fácil para ningún rival, Olimpia lo ha demostrado, juega con casta de grandeza, de local no pierde, de visitante gana, una peculiaridad en un equipo que juega y se desempeña como grande.
Olimpia ha demostrado en este torneo ser un equipo grande, aparte de representar al fútbol hondureño, es el rostro de Centro América, es su único representante, es el equipo que compite por el aérea y lo hace de la mejor manera, jugando como debe hacerlo un equipo campeón, consiguiendo los resultados convenientes, gracias a su valentía dentro de la cancha, el equipo hondureño está a un empate de pasar a la siguiente fase del torneo internacional.