En Honduras, las cosas están de mal en peor cuando se trata del comportamiento de los aficionados en los estadios, en este día, justo en el encuentro que Motagua jugó de visitante ante Platense en Puerto Cortés, el defensa Wilmer Crisanto, sufrió insultos raciales por parte de la afición del equipo local cada vez que agarraba la pelota en el partido.
“La ultima vez que vine, lo tomé tranquilo, pero hoy se pasaron y yo sin hacer ningun acto, tendrías que estar allí para escuchar como le hacían, así como le hacen los monos, cada vez que tenía la pelota, mis compañeros me llamaban que agarrara la pelota y la tirara como acto de reclamo, así fue la última vez y no le tomaron importancia”, dijo Crisanto a Aldesnudo.hn.
El acontecimiento está incrustado en el acta arbitral. Hasta la fecha, no hay registro en Honduras sobre una afición que haya sido castigada por actos de insultos raciales hacia un jugador de fútbol.