Las victorias engolosina, embrutece y pone ciego a las personas. Eso es lo que ha venido a hacer la selección de Puerto Rico después de haber perdido contra la selección de Honduras 4 – 0.
El cuerpo técnico y afición, se ha creado una idea que la H jugó un gran partido, cree que se ha se elevado de nivel de juego, piensan que el equipo mostró mucha contundencia y efectividad y sus jugadores fueron son de otro nivel, es una vil mentira, lo de ayer es el rendimiento normal de una selección de fútbol cuando juega contra un equipo extremadamente vulnerable y malo que no tiene idea de nada cuando se trata de estar en una cancha de fútbol.
Un equipo que nunca supo dónde está parado en el terreno de juego siempre será vulnerable y te facilitará las cosas, así como lo ha hecho la selección portorriqueña, hay que tener mucho cuidado, la H no jugó un partido perfecto.
La H de ayer no destacó, tampoco fue efectiva, simple y sencillamente aprovechó la mediocridad del rival, aprovechó la falta de competencia de una selección portorriqueña y por eso le ha llevado anotar cuatro miserables goles en el estadio Nacional, cuando debió más.
Se debe tener mucho cuidado, Puerto Rico no es nada ni nadie en el fútbol, es una selección que no le mide el nivel a ningún equipo en ninguna parte del mundo.
Honduras le ganó a una selección mediocre, mala, sin idea para jugar fútbol, a una selección inexistente en el mundo de fútbol de alto rendimiento, no es para engolocinarse, al final, es para reprochar, a una rival como Puerto Rico se busca anotar la mayor cantidad posible de goles. Se crea una plataforma para conseguir una goleada.
Foto: De Roberto Rodríguez.