Sólo los penaltis a favor (gol de Messi) y en contra (fallo de Derlis González )salvaron a una de las peores o la peor Argentina que se recuerda en las últimas décadas. Hay que remontarse a los años 70, como mínimo, para encontrar una Albicelste tan insulsa en juego y en jugadores.
Un cualquiera. Argentina ha llegado a un punto de mediocridad que si blanqueas la camiseta, le pones otro color y le quitas al 10. a NMessi, puede ser cualquiera de las participantes, desde la peor (el grueso del partido) a la mejor (en algunos momentos, escasos, de brillo).
El fútbol es muy raro y ofrece soluciones dispares, pero es difícil pensar que sólo con Messi, y con tan poco juego, este equipo puede reconstruirse para hacer algo grande en el torneo. Complicado. Clasificarse ante Qatar, objetivo a corto plazo.
Cuarto partido de Messi en el estadio Mineirao. Sólo el estadio Nacional de Santiago (Chile), el José Encarnación de Maracaibo (Venezuela) y el MetLife de New Jersey (Estados Unidos) le han visto tanto. Y el Mineirao podría superarle si Argentina vuelve para cuartos al mismo escenario.
Los anteriores tres paridos fueron en 2008, 2014 y 2016. Un estadio histórico. Fue remodelado para el Mundial 2014, pero por aquí han pasado grandes cracks como Ronaldo (Cruzeiro) o Ronaldinho (Atlético MG), más allá de que no fuera su estadio permanente.