La Liga vuelve a ser del Barcelona. Y, sobre todo, de Leo Messi. Porque una vez más, el argentino fue decisivo para regalar un nuevo título a su equipo. Otra Liga para un equipo que domina esta competición en las últimas décadas y que ahora busca un triplete que pasa por el partido que esta semana tendrá que disputar ante el Liverpool en la Champions.
Valverde dejó claro antes del partido que no estaba dispuesto a olvidarse de la Champions pese a la oportunidad de cantar el alirón ante su hinchada. Por eso dejó en el banquillo a dos de sus pilares: Sergio Busquets y Leo Messi. Su concurso, en principio, no debía ser imprescindible para vencer al Levante y proclamarse campeón de Liga.
Y cuando el balón empezó a rodar se demostró que el equipo era capaz de mandar sin esos dos jugadores ante un Levante que salió de inicio sin Morales, su faro. Luis Suárez hizo los primeros avisos. Después le siguió Coutinho. Ambos se encontraron siempre con la misma respuesta, las manos de Aitor Fernández, el portero del Levante.
El guardameta visitante se lució para recordarle al Barça que estaba obligado a ganar para ser campeón tras la victoria del Atlético contra el Valladolid. Lo entendió todo el Barcelona y sobre todo un Coutinho que decidió dar un paso adelante por la ausencia de Messi. En un libre directo que lanzó, el 7 blaugrana se encontró con el larguero de la portería visitante.
El descanso llegó tras un monólogo del Barcelona. No se notó la vacante de Messi en el juego, pero sí en su trascendental influencia en el marcador. No hay que olvidar que en este campeonato suma 33 goles frente a los 21 de Luis Suárez y Benzema.
No tuvo tiempo el público para echar de menos al argentino. La segunda parte se inició con Messi sobre el tapete. Entró en sustitución de Coutinho. En el Levante entró también Morales. El cambio blaugrana despistó a todos sobre cuál será el tridente del Barcelona ante el Liverpool en la ida de semifinales de la Champions.
Pero lo más importante para el Barcelona es que el 10 cumplió con su objetivo. Lo hizo un cuarto de hora después en una jugada blaugrana en la que intervinieron muchos jugadores blaugranas pero que solo se concretó cuando la pelota llegó a los pies de Messi.
De hecho, la tocó medio Barça en el área del Levante. La pelota iba de un lado a otro, rebotaba, saltaba… pero la controló el argentino y su lanzamiento batió a Aitor para elevar el 1-0 al marcador. Sí, ante cualquier equipo el argentino marca la diferencia para este equipo que domina la Liga con mano de hierro en las últimas décadas.
El Levante quiso reaccionar después del gol. También se jugaban mucho los de Paco López en el Camp Nou teniendo en cuenta cómo están las cosas por la parte baja de la clasificación. Y tuvo un par de intentos Bardhi en libres directo desde la frontal del área, pero no consiguió ser un peligro para Ter Stegen. Solo lo hizo en parte Morales en un mano a mano que no pudo resolver con acierto.
Eso sí, en el 89′ estuvo a punto de estropearse la fiesta para los azulgranas con un balón que se fue al palo pero luego pudo atrapar Ter Stegen. Fue solo un susto y el Barcelona pudo celebrar un nuevo título de Liga.
