Manuel Rivera, está metido en la utileria desde el año 1979, llegó para quedarse en el cargo, tuvo su inicio en los Pumas de la UNAH, es el único que ha velado por el puesto, su lealtad y el compromiso con los materiales del equipo lo han mantenido toda la vida en la institución, a pesar que Pumas UNAH le cedió la categoría a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, Rivera se vino a trabajar con el equipo. No perdió la oportunidad para contar la verdadera vida de un utilero.
En exclusiva para al diario deportivo Aldesnudo.hn «el Pibe» Rivera recuerda haberse enfrentado con jugadores que le gustaba quedarse con lo ajeno.
¿Te acuerdas el año que llegaste al fútbol?
De estar en el fútbol desde 1979, hace 40 años, cuando la U llego a la final contra Marathón, fue la primera vez que yo fui a un estadio de fútbol y ya nos habían ganado 1 a 0 en San Pedro Sula, aquí nos terminaron de reventar. Un argentino que tenía el Marathón reventó cuatro jugadores de nosotros y aquí jugaron los suplentes contra el equipo completo de Marathón. En aquel tiempo solo jugaban 11 y terminamos jugando con los cambios que eran Oscar Mayorga, Salvador Escobar y Oscar Beneth.
¿Qué te ha dado el fútbol, que has logrado de este deporte?
Un buen tipo de vida y empleo permanente en la Universidad, esta categoría de La UPN se la regaló la UNAH. El doctor se la dio a la UPN y luego yo me vine para aquí, ya que el doctor me dijo que me viniera solo los días de partidos oficiales.
¿Qué otras cosas has hecho a parte de ser utilero?
Siempre fui empleado de la Universidad, un tiempo, allá por 1989 estuve un mes en la FENAFUTH y cuando tenían que pagarme, solo me querían salir con 600 lempiras y yo le dije al finado Ochoa Cordova que yo no había arreglado por esa cantidad, yo no me robaba las pelotas, no robé un par de tacos como lo hacen la mayoría de utileros que permanecen en los equipos. Yo tuve oportunidad de robarme varias cosas pero nunca lo hice ya que yo siempre trabajé para lo que yo necesitaba y solo estuve un mes y me retiré. Vino él y me dijo que me iban a castigar y yo le dije que no podían ya que yo no era jugador y yo ya era empleado permanente de la UNAH desde 1984.
¿Son ladrones los utileros? eso se menciona sobre ellos, les gusta quedarse con los implementos de los equipos.
Hay gente que es mala y hay que apartarlos, se dan casos de que vos llegas a un estadio con 12 pelotas y al final ¿cómo es posible que se te haya perdido una? Es gente que tenes que despertar, hay que estar pendientes de ellos para que hagan bien su trabajo.
¿Cómo crees que ha sido tu trabajo de utilero?
Yo soy de los que nació para esto y para que a mi me quieran ver la cara, está complicado, siempre estaba pendiente de lo que los jugadores ocupaban, siempre fui muy eficiente, tenía que estar muy pendiente de todos ellos, ya que también el jugador es jodido.
¿Son honestos los jugadores con los utileros?
Hay jugadores que te roban, los aficionados les piden camisas o tacos y para ellos es más fácil robarlo para quedar bien, conocí jugadores que hacían eso, robaban las cosas de los compañeros y al día siguiente se hacían los preocupados.
¿Se sigue viviendo cosas similares a esa o ha habido un cambio?
Con la comodidad que hay ahora es más fácil, antes yo tenía que cargar todo y ahora, ellos son los que se encargan de eso. Antes vos te quitaba una camisa y venía otro compañero y la robaba y ahora no.
¿Aspirastes en regresar para ser el utilero de la Selección Nacional de Honduras?
No, para nada, además, llegó Jaime Varela y no aceptaba que nadie lo ayudara, él era muy autoritario y si te das cuenta, en la selección es donde más maletines llevas, son como 40. En el tiempo de Wilmer Velazques, el tenía que cargarle 12 pares de tacos y si vos no llevabas uno, ese era el que te pedía. Yo siento que eso lo llevó al fracaso y también a una muerte prematura ya que él estaba joven, lo conocí desde que era estudiante y me ayudaba a cargar ciertas cosas y ahí fue donde él aprendió.
Los utileros son futbolistas frustrados. ¿Intentaste jugar?
No fui ningún frustrado, pero llegué a ser futbolista en la época de «Panchon» Guerra, pero nunca me gustó. Jugaba de contención, tenía buen toque, ponía orden y le daba buen trato a la pelota. Jajajaja.