Víctor Valdés vivió una ingrata salida del Barcelona, ya que se lesionó de la rodilla en su último partido, y tras su retirada del fútbol encontró la paz en el lugar menos pensado: Madrid. En conversación con Deportes Cuatro rompió el silencio y habló de su vida después de colgar los guantes.
«Me manejo de manera muy cómoda en la soledad. No he hablado mucho del día de mi lesión. Recuerdo un crujido y una noche muy fría en el Camp Nou. Se hizo un poco de sangre con todo eso. Fue una etapa muy dura por mi ‘cabezonería’ de querer estar solo», explicó.
Y agregó que «es un mundo nuevo en el que he salido de la portería después de unos años. Se echa mucho de menos ese ambiente en el vestuario, de ir cada día a ver a tus amigos, porque ya no solo son compañeros, son casi hermanos».
de la escuela deportiva de Moratalaz confesó que «en Madrid he encontrado ese pequeño rincón de paz. No puedo pedir más. El fútbol sé que a veces es difícil, otras veces, no tanto. Pero sobre todo es pasión y eso no lo he perdido».