Redacción Al Desnudo – En menos de veinticuatro horas Roberto Bautista pasó de ser el héroe del Masters 1000 ATP de Miami a tener que hacer las maletas para volver a casa. El español, 30 años y 25º ATP, verdugo en octavos del nº 1 Novak Djokovic (como semanas atrás en Doha), cedió en cuartos ante el vigente campeón del torneo, el estadounidense John Isner, 33 años y nº 9 ATP.
El ‘cañonero’ de 2,08 metros de estatura superó al castellonense por 7-6 (7-1) y 7-6 (7-5) en una hora y 45 minutos. A su estilo, metiendo 24 ‘aces’ en un partido sin ‘breaks’ y resolviendo en la muerte súbita, su gran especialidad porque juega mil cada temporada. En este torneo ha ganado las siete disputadas.
Bautista tuvo una única oportunidad de cambiar drásticamente la suerte del choque, aunque sin depender de él. El pupilo de Tomás Carbonell, sufriendo en el box, dispuso de bola de set con 6-5 en la segunda manga. Una ocasión, la solitaria pelota para romper el servicio de su rival durante el encuentro, con trampa, ya que al resto no le quedó otra que sufrir un punto de saque, enviar sin remisión el resto a la red.
Sí tuvo las riendas en sus manos Bautista adelantándose 3-0 en el ‘tiebreak’ que sería definitivo. Ganó los dos primeros puntos al resto, pero los desaprovechó enseguida, anotando un más agresivo Isner cuatro puntos seguidos: del 3-0 al 3-4. Con 5-6 llegó la bola de ‘match’, que el americano puso en juego, y el levantino acabó cediendo tirando una derecha a la red.
Bautista, que había remontado una bola de ‘break’ en la manga inicial y un 15-40 con 4-4 en la segunda, sufrió su tercera derrota ante Isner, primera desde Auckland 2014. El antecedente más reciente databa asimismo de un ya lejano 2016, con victoria de Roberto en el mismo escenario neozelandés.
Isner se agarra a la corona de Miami, a la espera de conocer adversario, Borna Coric o Felix Auger-Aliassime, Bautista cierra la gira en pista dura. En la estadística, el hispano hizo 17 golpes ganadores y cometió 15 errores no forzados, por 41 y 42, respectivamente, de un rival que juega como pocos al cara o cruz, al límite. Bautista se queda sin la que hubiera sido su tercera semifinal en Masters 1000 ATP.