Tegucigalpa – El Barcelona y el Real Madrid viven tiempos de cambio. Dos generaciones únicas que visualizan en un horizonte no tan lejano el final. Ambos ya ha comenzado la remodelaciòn de sus plantillas.
Los azulgrana, todavía al amparo de Messi. Los blancos, dejando atrás la etapa Cristiano Ronaldo. Y en esa creciente apuesta por la juventud, por grandes jugadores del momento llamados a ser las estrellas del futuro, Ousmane Dembélé y Vinícius Junior se presentan como los grandes abanderados de los nuevos proyectos.
Dembéle y Vinícius, en datos
- PARTIDOS JUGADOS: Dembéle 31 / Vinícius 25
- MINUTOS DISPUTADOS: Dembéle 1988 / Vinícius 1416
- GOLES: Dembéle 13 / Vinícius 4
- ASISTENCIAS: Dembéle 6 / Vinícius 8
- REGATES BUENOS: Dembéle 81 / Vinícius 49
- REMATES A PORTERÍA: Dembéle 29 / Vinícius 25
- PASES BUENOS: Dembéle 796 / Vinícius 409
Los inicios, en ambos, casos, no han sido fáciles. El francés se pasó su primera temporada casi en blanco por una importante lesión. En su segundo año, sus actos de indisciplina e irregular rendimiento sobre el césped le situaron en el disparadero.
El brasileño, por su parte, tuvo que realizar su fase de aprendizaje en el Castilla, lo que le costó más de un disgusto, y esperar a que Lopetegui se saltase los pasos habituales de formación para ponerle frente al público del Bernabéu.
Los dos basan su juego en el engaño. El regate siempre suele ser la primera opción. La velocidad y el cambio de ritmo, sus grandes argumentos. En medio del fútbol control de los Busquets, Modric y compañía, Dembélé y Vinícius rompen con la monotonía. Juegan a otra cosa. No esperan a nadie y hacen de la verticalidad su filosofía de juego.
Dembélé se ha convertido en una de las sensaciones del Barça esta temporada. Ha pasado por la derecha a Coutinho en su lucha por un puesto junto a Messi y Luis Suárez. Acumula goles decisivos como el de la Supercopa de España, el del Wanda o el que propició la remontada en Vallecas. Hasta 13 dianas y 6 asistencias en loque llevamos de temporada.
Vinícius es el factor desequilibrante del Madrid de Solari. Desde la llegada del argentino es indiscutible en el once y aunque su producción goleadora es casi simbólica (dos goles en Liga y dos en Copa), suma ya hasta ocho asistencias de gol, confirmándose como el gran generador de juego ofensivo en el conjunto blanco.
A sus 21 años, en el caso del francés, y sus 18 primaveras, si hablamos del brasileño, los dos jóvenes talentos están llamados a marcar el futuro del Barcelona y el Real Madrid. Pero mientras, y por el momento que atraviesan, también parecen dispuestos a reclamar protagonismo en el presente. El Clásico les espera. Más de medio mundo les observa. Ha llegado su momento.