Girona y Real Sociedad se repartieron los puntos en Montilivi, en un encuentro que finalizó con empate a cero, un resultado que sirve de poco a ambos conjuntos. Los de Eusebio fueron quien más lo intentaron, pero no tuvieron claridad en los últimos metros y no pudieron imponerse a una Real Sociedad que estuvo más que correcta. Con este empate, los catalanes amplían a cinco puntos el margen sobre el descenso, mientras que los de Imanol se quedan a medio camino de Europa.
Al Girona se le hizo larga la espera. Después de vencer en el Santiago Bernabéu los futbolistas de Eusebio Sacristán ansiaban volver a ver el balón sobre el verde. Precisamente la primera sorpresa fue el once de los locales, donde repitieron los mismos que culminaron la remontada en el feudo blanco.
Pocos minutos de partido bastaron para poder ver las intenciones de ambos. Con el 4-1-4-1, el Girona buscó tener más protagonismo con la posesión del balón, una tarea complicada teniendo en cuenta la alta presión que ejercieron los visitantes. Tan solo habían pasado cinco minutos cuando Stuani avisó a los visitantes. El uruguayo cabeceó una falta lateral botada por Granell y que Rulli tuvo que mandar a córner. Juanmi replicó de inmediato, pero su intento acabó en la lateral de la portería de Bono.
Tras unos minutos de tanteo, fueron los de Eusebio quien se hicieron con el control del encuentro. Aleix y Douglas se adueñaron del centro del campo y en un par de buenas transiciones lograron crear peligro, aunque la zaga blanquiazul consiguió alejar sin demasiados problemas. La Real Sociedad entendió que donde podía hacer más daño a su rival era apretando arriba y eso hizo a partir de la media hora de juego. Además, cuando tuvo la posesión del balón fue capaz de llegar al campo contrario con relativa facilidad.
Al ver la insistencia de los vascos con la presión, el Girona se reinventó y buscó ir un poco más al contragolpe. El Choco, activo, pero sin acierto de cara portería, tuvo la más clara del primer tiempo para los intereses gerundenses, pero Rulli, con el pie, evitó el primer gol del partido.
En la reanudación el ritmo bajo considerablemente, algo evidente después de unos primeros cuarentaicinco minutos de transiciones defensivas y contragolpes, pero con pocas aproximaciones a las porterías. Los minutos transcurrían sin que sucediese prácticamente nada en ataque, ambos equipos, consistentes atrás, pero con el miedo a dar un paso al frente que les costase el encuentro. Quien movió ficha primero fue Eusebio, que dio entrada a Borja para buscar más precisión en los últimos metros. En la primera que tocó el “10” gerundense el Girona encontró peligro y Raúl Navas tuvo que meter la pierna para evitar que Stuani rematase a placer en el segundo palo. Pere Pons y el propio Borja dieron otro aire al equipo, que acabó encerrando a los visitantes en su área. En el 85, los de Eusebio tuvieron la oportunidad más clara del encuentro, protagonizada por los dos cambios. Pere Pons superó a dos adversarios dentro del área y cedió atrás para que Borja, con todo a favor, definiese por encima del travesaño de la meta de Rulli.