Al parecer nadie quiere en Italia al Pipita Higuaín. Ídolo en Nápoli, partió a Juventus, donde se ganó el odio generalizado de la parcialidad nortina. Luego pasó de la Vecchia Signora al Milan, provocando también molestia en la hinchada de la Juve.
Con apenas 23 partidos jugados en el Rossonero, el argentino decidió partir a Chelsea. «Se ha comportado de manera indigna. Espero que no se deje ver más por Milan. No me gustan los mercenarios», fueron los dichos en contra del jugador de parte de Matteo Silvani, ministro del interior y vicepresidente italiano.
Luego del empate entre Milan y Nápoli, Silvani agregó respecto al Pipa que «me alegra que se haya ido. El apego a la camiseta es fundamental.