Tegucigalpa, Honduras: Wilmer Alexander Avila Romero, es originario de Catacamas, Olancho, un día se cansó de la escases, el desempleo y la inseguridad en el país, decidió tomar sus maletas y emprender viaje en busca del deseado sueño americano, sin pensar que ese intento tenía un precio que dejaría marcado su vida para siempre, su destino final se vio interrumpido, un mal movimiento, una falta de reacción, un mal paso y el tren, «La Bestia» le pasó por encima del pie izquierdo, el accidente fue algo leve, pero una negligencia médica lo llevó a perder toda la pierna.
Avila, como sucede con la mayoría de los que sufren accidentes en México, regresó al país, pero Wilmer no se ha dado por vencido, lleva una vida normal, trabaja y también tiene espacio y tiempo para jugar fútbol en la Liga de Amputados de Tegucigalpa. «Pues, yo me siento muy bien y muy motivado, realmente jugar fútbol siempre fue mi pasión, antes del accidente lo jugaba». Dijo un motivado Avila.
No olvida como fue que perdió la pierna izquierda. «Perdi la pierna por negligencia médica, fue en Monterrey, Mexico. Solo fue un machucón en el tren, era un accidente leve».
Después de la amputación de la pierna, Avila vivió momentos duros. «Siempre se sufre trauma psicologico. Al principio, pero siento que sufrí poco y luego volvi a relacionarme con la sociedad, fue duro». Recuerda.
Después de su regreso al país y con la pierna cortada, el futbolista no desea volver a intentar el sueño americano. «Por los momentos no está en mis planes, tal vez más adelante».
Avila es jugador del equipo Conamiredis de la Liga de Amputados de Tegucigalpa, además, es titular en todos los partidos que juega el equipo, mostrando un buen desempeño dentro del terreno de juego, juega de volante y sabe llegar al área con mucha facilidad.