En una verdadera crisis internacional se ha convertido la detención del futbolista Hakeem al-Araibi mientras se encontraba de vacaciones en Tailandia, producto de los cargos que levantaron en su contra en Bahrein por una no confirmada participación en los desórdenes de la llamada Primavera Árabe en 2012.
El futbolista tiene estatus de refugiado por el gobierno de Australia, donde juega actualmente en el equipo regional Pascole Vale. Sin embargo, Tailandia no ha firmado la Convención de Refugiados de la ONU y se ha caracterizado por la deportación de extranjeros a países donde se practica la persecución y la tortura.
Según el coordinador de la Red Asiática para Refugiados, Evan Jones, «se trata de alguien que huyó de su país después de ser torturado y hay el riesgo de que se enfrente al mismo trato otra vez si es forzado a regresar». Sin embargo, la decisión pertenecerá a la justicia de Tailandia.
Diversas personalidades futbolísticas y políticas de Australia han puesto el tema sobre el tapete (bajo el hashtag #FreeHakeem), sobre todo ante la debilidad de los cargos que se levantaron contra Hakeem al-Araibi, a quien se le acusa de haber atacado una estación de policía en su país, al mismo momento en que se encontraba disputando un partido local.
Ayer se conoció el video de ese partido, luego de que el Instituto por los Derechos y la Democracia de Bahrein diera con la grabación de hace seis años, donde se advierte al futbolista en acción, durante los hechos que se le incriminan. Hakeem rechazó volver a Bahrein y permanece preso en Bangkok a la espera del fallo. Redgol Cl.