Este jueves el Tribunal de Disciplina de la Conmebol decidió no acoger el reclamo de Boca Juniors, confirmando que la final de revancha de la Copa Libertadores entre River Plate y los xeneizes se jugará en el Santiago Bernabéu del Real Madrid en España.
River no podrá ejercer su localía en el Monumental de Buenos Aires y además recibió un castigo de dos duelos a puertas cerradas en torneos internacionales de la Conmebol a cumplir desde 2019, más una multa de 400.000 dólares.
Y pese a que muchos esperaban una sanción mayor para La Banda Sangre, a River Plate no le gustó nada la resolución y comunicó que apelará, incluso por el polémico cambio de sede.
El Club Atlético River Plate informa que realizará los planteos legales y las apelaciones pertinentes en relación con lo resuelto por la Confederación Sudamericana de Fútbol y por su Tribunal de Disciplina, en relación al cambio de sede dispuesto sobre el partido final de la Copa Libertadores 2018”, sostuvo el club argentino en el comunicado
Además agregó que apelará “la sanción económica y la prohibición de disputar con público dos partidos oficiales organizados por Conmebol