El entrenador argentino de 56 años, Gustavo Alfaro, criticó en duros términos a la Conmebol y la AFA y considera que jugar la final de la Copa Libertadores fuera de Argentina es como eliminar el tango o los teatros de Avenida Corrientes.
Gustavo Alfaro, el director técnico de Huracán, disparó durísimo contra la organización del fútbol argentino, la AFA, la Superliga del país trasandino y la Conmebol en medio de la postergación del duelo de su equipo ante San Lorenzo y la polémica por la final de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors fuera del territorio albiceleste.
Huracán debía visitar a San Lorenzo, pero la cumbre del G20 que se realiza en Buenos Aires llevó a las autoridades a suspenderlo, aludiendo motivos de seguridad.
“Me da para pensar que Superliga defiende otros intereses. El partido debía ser el martes, porque estaban dadas las condiciones. Se equivocaron cuando informan que la Subsecretaría de Seguridad aconsejaba no organizar eventos deportivos durante el G20”,sostuvo Alfaro.
Agregó que “tiene que ser en el Nuevo Gasómetro y con público, como corresponde. Dijeron que nos convenía jugar y eso es subestimar a San Lorenzo, si a nosotros ganar un partido nos cuesta un huevo, nos cuesta mucho”.
Pero la crítica del DT no quedó ahí y lanzó más dardos por la polémica del River-Boca.
“Veo que AFA quiere destruir la selección argentina, veo que Superliga quiere destruir el fútbol argentino. Veo que entre todos estamos destruyendo un ícono como River-Boca”, expuso.
Complementa: “estamos permitiendo que nos saquen el River-Boca y no lo podamos organizar en nuestro país, cuando teníamos el orgullo de decir que iban a jugar una final de Libertadores los equipos más grandes del fútbol argentino”.
Sentenció que “nos estamos dejando robar el clásico, algo tan argentino como si mañana no se pudiera bailar tango o en calle Corrientes no permitieran los teatros. El River-Boca es algo tan genuino nuestro que no podemos permitir que lo organicen en Doha (Madrid). No muchachos, tengan un gesto de grandeza los presidentes de Boca y River. (…) Me da vergüenza el fútbol, me da asco. No podemos permitir esto y estamos siendo cómplices”.
