«No me llevaron a los juegos olímpicos, clasificamos a la final contra Estados Unidos con mi gol y me dejaron afuera, si me dolió. ¿Pero que me tocaba hacer? Seguir trabajando más fuerte».
Tegucigalpa, Honduras. Acostumbrado a las críticas, a los gritos ofensivos, también a la burla, ya que para los amantes del fútbol en Honduras, no tenía las competencias necesarias, Georgie Welcome, mundialista con la selección de Honduras en Sudafrica, jugador que fichó para el Mónaco de Francia y para el Atlas de Mexico. Se destapa en diario Al Desnudo.
Se te criticó tanto en el país diciendo que no eras un buen jugador y al final terminaste jugando en dos ligas muy competitivas como lo son la mexicana y la francesa ¿Eso nunca te desmotivo?
No, eso no me afecta, yo soy de los jugadores a los que les gustan las críticas, eso significa que estoy vivo y mientras tenga a mi familia, a mis hijos, a mi esposa y al señor conmigo estaré bien, entonces yo sé que las críticas siempre me hacen más fuerte.
¿Cómo hiciste la combinación de basquetbol y futbol?
Cuando el profesor Rueda fue a ver jugadores a Roatán, yo estaba jugando baloncesto y me fueron a traer para que hiciera una prueba, supuestamente ellos me preguntaron si yo quería ir a la selección sub-23 y yo dije que estaban bromeando conmigo, entonces deje de hacer la prueba y me a regresé a jugar baloncesto, me trajeron de vuelta a que hiciera la prueba, la terminé, a las dos semanas mi nombre sale en la lista del sub-23, eso fue increíble, yo ni tacos tenia para ese entonces. Ahí vienen más críticas, jugador de segunda división para la sub-23.
¿No tenías ni un mínimo implemento deportivo cuando te llevaron a la sub-23 con Reynaldo Rueda?
Nada, era un cipote con mi mamá y mis hermanos, solo me la pasaba jugando baloncesto, por eso siento que estoy bendecido, no tenía nada de eso.
¿Qué tanto se te transformo la vida desde ese día?
Muchas cosas me han cambiado, hice el sueño de mi mamá de darle su casa de dos pisos, siempre he dicho como jugador que cuando estas abajo y subís lo primero que tenes es la madre y el fútbol me ha dado la oportunidad de tener todo lo que tengo, todo esto gracias al fútbol, por eso digo que he sido bendecido, por eso siempre que voy a un partido lo primero que hago al pisar la grama es agradecerle al señor.
Nadie creyó en vos en la selección sub-23. Clasificaron gracias a vos y Yearwood no te llama ¿Qué se te vino en mente, ya paso eso o crees que fueron injustos con vos?
En los primeros meses si pensé que fue injusticia, pero me dijeron que no me preocupara, que ya venían las buenas oportunidades, llegó la oportunidad del mundial, no me llevaron a los juegos olímpicos, clasificamos a la final contra Estados Unidos con mi gol y me dejaron afuera, si me dolió. ¿Pero que me tocaba hacer? Seguir trabajando más fuerte.
¿Llegaste a odiar a Gilberto?
Fíjate que nunca se me pasó eso por la mente, yo nunca le deseo nada mal a nadie porque no me gusta que me deseen el mal a mí, siempre me habían preguntado si le desee el mal, pero no, más bien le deseo mis bendiciones, él es humano igual a mí, nadie en este mundo es perfecto, siempre le deseo suerte, el me hizo más fuerte.
¿Fue una cachetada que le diste a tus críticos haber fichado con en Mónaco?
Si, así pensaba con mis hermanos, mira como es la cosa, estaba en un equipo grande después de que nadie creyera en mí, siempre es bueno creer en uno mismo, derepente vos no podes creer en mí, pero si yo lo hago nadie me va a poder parar, todo mundo dice que la crítica te pone en el piso, te pone en el piso solo si vos queres, porque cuando yo llegue al equipo grande yo decía que había logrado el objetivo que yo quería para mi familia, entonces, cuando me criticaban yo solo quería dar el extra de lo que ya estaba dando.
¿Cómo fue tu etapa en el Mónaco?
Siendo el jugador más chico que estaba en el equipo, con jugadores grandes, eso no tiene precio, ellos me trataron como a un jugador grande, tenía todo, me sentía como en mi casa, era el único que no hablaba, francés, pero me ayudaba con el inglés, yo siempre hablaba con los entrenadores, me llevaba bien con los compañeros.
¿Quedaste en deuda con el Mónaco o lo diste todo?
No, nunca sentí que la liga francesa es más grande que yo, cuando yo llegue tuve mis minutos, golee y todo, después ya iban los grandes, pero siempre intente pelear mi puesto, cuando hay un jugador más grande siempre hay que esperar el chance, a mí me emociona más cuando hay cinco, siete delanteros en el puesto de uno, uno tiene que pelear su puesto y esa es la emoción de un delantero, pelear el puesto, por ejemplo, cuando yo iba con la selección tenia a Pavón, Tyson, David, solo jugadores grandes y eso me emocionaba porque así trabajaba con un propósito, el de quitarle el puesto a uno de los grandes.
Fíjate que aquí se te critica más por haber fichado al Mónaco y nadie recuerda que anotaste dos goles en la liga francesa.
Esa es la clase de cosas que me gustan, la crítica, porque mi nombre ya quedo ahí, cuando me salí yo, llegó Falcao y que hicieron, una gran foto que decía que Falcao estaba usando el número de Welcome y es un orgullo que me digan eso en mi isla.
Pendientes de la segunda parte de la entrevista.