Los miles de dólares que Agustín Auzmendi, gana en Motagua, no han sido retribuidos como se esperaba, el delantero argentino no hiede ni huele en el ataque del cuadro que dirige el técnico nacional, Nimrod Medina.
La presión y la desesperación son los peores enemigos de Auzmendi, quien llegó pidiendo el cielo, una parte de mar y una gran parcela de tierra para fichar con el equipo capitalino, luego de ser complacido en sus peticiones, el delantero argentino no arranca, se olvidó de hacer las cosas que hacía en su equipo anterior y por las que fue contratado por Motagua, son cinco fechas las que se han disputado en la liga hondureña y el atacante aún lo anota, por lo tanto, la paciencia comienza a acabarse.
Auzmendi no camina con Motagua, se mira lento, no tiene buen desmarque, siempre está detrás del defensa rival, por ocasiones aguanta el balón de espaldas y cuando ha tenido una oportunidad de anotar, las ha fallado, así que la presión comienza a ser doble, ya que él no ha podido hacer en Motagua lo que hacía en Potros de Olancho, a pesar de los miles de dólares que gana en el cuadro capitalino, en el partido contra Olimpia, el argentino no pesó en el juego. Pasó desapercibido.