Hace algunas temporadas atrás, justo cuando él jugaba con el Vida de La Ceiba, era el mejor portero de la liga hondureña, su buen rendimiento con el cuadro Cocotero, lo puso por encima hasta del actual cancerbero de la selección, pero una vez que fichó con Olimpia, desapareció en su totalidad, hoy es un desconocido y olvidado en alto rendimiento. Esa es la triste realidad de José Mendoza.
El portero de 32 años de edad, después de destacar con la selección Sub-23 de Honduras, en los Juegos Olímpicos de Londres, hoy vive un calvario, no pasa de cobrar su salario y de entrenar con el equipo que dirige Pedro Troglio, quien fue estratégico en autorizar la contratación del portero, para que este no fuera fichado por un equipo que al final iba a competir con el cuadro capitalino.
Son dos años que cumplirá José Mendoza, vistiendo la camisa de Olimpia, no se recuerda cuando fue la mejor atajada o el mejor partido que el experimentado portero haya jugado con el club, Pedro Troglio no lo toma en cuenta, lo borró del mapa del fútbol hondureño, a pesar de estar activo en la Liga Nacional, para muchos, el cancerbero es un desaparecido, perdido y olvidado del fútbol catracho, no pasa de ir a las concentraciones de su equipo a comer y a dormir.
