Por fin, los encargados de elegir a los jugadores canteranos del Motagua han pegado una, han dejado la ceguera fútbolistica por un lado y han tenido la capacidad de fijarse en el delantero goleador, Marvin Maldonado, un futbolista que se ha adueñado del ataque del cuadro capitalino por ser un sinónimo de buen fútbol y efectividad.
Maldonado, nacido en Tegucigalpa y criado en la aldea El Tablón en el municipio de Cedros, se ha ganado la simpatía de todos aquellos que lo han visto jugar, es un delantero que maneja muy bien la posición, sabe jugar de espaldas al defensa, es ágil y habilidoso ante el rival, es un atacante que protege la pelota con muchas facilidades, sus desmarques complican a cualquiera que este cerca de él, tantas buenas características y cualidades que se pueden identificar en el joven fútbolista, que tiene lo que más se necesita de un atacante, Maldonado tiene gol, sabe anotar, lo hace con pierna derecha e Izquierda, maneja un buen juego aéreo en ataque, es el jugador más importante que tiene Motagua en su ataque, así lo dicen las estadísticas.
Hasta los momentos, los números de Marvin Maldonado son más que buenos, el delantero tiene siete goles anotados en lo que va del Torneo de Apertura, además, por todo lo que está haciendo, el juvenil de 18 años de edad tiene todo lo que se necesita de un prospecto para luego convertirse en una realidad, en ese jugador que haga felíz a los aficionados del club, pero para que eso suceda, Maldonado debe tener oportunidades en el primer equipo y desde ya, acabar con ese mal hábito de estar contratando jugadores extranjeros que no sepan jugar fútbol profesional, así como ha pasado con Franco Olego, Baldunciel y Diego Auzqui, tres argentinos que le han quitado el cupo a los jóvenes talentosos del club.