El objetivo de los equipos es lograr que los futbolistas tenga el mejor rendimiento una vez que han sido contratados, no importa como se han manejado en la vida, lo único que cuenta es que su rendimiento haya sido el mejor, de lo contrario, si los equipos tomarán en cuenta el compromiso y el comportamiento fuera de cancha, Ángel Tejeda no hubiese llegado al Motagua por muchas razones de vida.
El delantero anotó varios goles la temporada pasada con el Vida, eso le valió para ser fichado por el Motagua, al equipo capitalino para nada le importó la vida privada del atacante, lo que buscaban eran goles y todo ha sido diferente. El rendimiento del atacante es malo, no está al nivel de las exigencias del equipo. Apenas ha anotado un gol y su capacidad de juego es muy bajo.
La directiva del Motagua se emocionó de lo que el jugador había hecho en el Vida, ignoraron que mientras se mantuvo en el equipo ceibeño, la vida del futbolista era más que desastrosa, entrenaba a medias, pasaba ebrio y varias veces llegó a los entrenamientos del club en estadio de ebriedad, hoy nada ha cambiado, el delantero sigue en lo mismo, solo que en Motagua no ha sido acompañado por la suerte que todo delantero debe de tener.