La única manera de saber si un futbolista es feliz y profesional en un equipo, es cuando el técnico decide enviarlo al banco de suplentes, es en ese lugar en donde se demuestra el verdadero carácter y el comportamiento real y sin engaños ante la mirada del encargado de haber tomado la decisión.
Es el caso de Pablo Lavallen, el técnico argentino tiene un serío problema en Olimpia, se ha metido con dos pesos pesados, dos fútbolistas que tenían la titularidad asegurada con el entrenador anterior, hoy que Pablo ha decidido darle oportunidad a otros, tanto Jerry Bengtson como Eddie Hernández, comienzan a sacar el maldito ego que tienen las mayorías de jugadores cuando han sido relegados al banco de suplentes.
A Lavallen le gusta como juega Diego Reyes, a él le ha apostado junto al suspendido Bryan Moya, más la recuperación de Michael Chirinos, sin dejar a un lado a Yustin Arboleda, razones suficientes para que Jerry y Eddie comiencen a perder protagonismo, una decisión que ambos atacantes no aceptan, por lo tanto los problemas comienzan a llegarle al entrenador argentino.
Tan fuerte es la incomodidad de Jerry Bengtson, que haces unos días decidió salirse de un entrenamiento, además, el último partido que ambos jugadores disputaron como titulares, fue el clásico ante Motagua el 12 de febrero, desde esa fecha, ninguno de los dos ha visto acción con el Albo.