Hay decisiones que se lamenta a lo más profundo del alma, que nunca serán compartidas, el fútbol es de rendimiento, es la carta de presentación de los jugadores para ser convocados a la selección de un país, con Fabián Coito es todo lo contrario, es suficiente no jugar en el torneo, eso no es impedimento para vestir la camisa de la H, lo ratificó al convocar a Marlon Licona a la Copa Oro. Un futbolista que no recuerda cuando fue la última vez que disputó un partido oficial con Motagua.
La decisión de Fabián Coito de convocar al jugador, pone en duda su capacidad como entrenador, alguien con mucho conocimiento y que esté comprometido con la causa, no hace una locura de esas, evitá a toda causa llevar jugadores sin competencia a un torneo de alto nivel como es la Copa Oro, así como ha hecho con Marlon Licona, lo ha premiado sin hacer ningún mérito, siendo un suplente permanente en Motagua, el uruguayo lo lleva a jugar el torneo más importante del área.
En el último semestre, Licona, apenas jugó muy pocos minutos, insuficientes para tener una oportunidad en una selección, no tuvo las competencias para ganarse la confianza de Diego Vázquez, eso no ha impedido para que Fabián Coito lo tenga en la selección mayor de Honduras.
Es de reconocer que por encima de Licona, estuvieron porteros de la talla de Denovan Torres, Roberto López, Celeo Valladares y José Mendoza, este último, un olvidado por completo para el inventor del fútbol, Fabián Coito.