No importa que el volante central se este recuperando de una lesión de ligamentos, tampoco importa que Carlos Pineda no haya jugado ningún partido en los últimos seis meses, esas cosas son secundarias cuando se juegan otros intereses en el fútbol de Honduras, la idea es que el fino volante sea convocado a los Juegos Olímpicos de Tokio.
Si había un jugador que estaba haciendo las cosas bien y que se había ganado un cupo en la selección Sub-23 y en la mayor, es Carlos Pineda, el futbolista tenía una evolución en donde se veía mejoría en cada partido que jugaba en su equipo y en las dos selecciones que integraba, de pronto todo cambió, en un partido de semifinal ante el Vida, el futbolista sufrió una grave lesión, una ruptura de ligamentos en su rodilla derecha le truncaba todo lo planeado, lo que se había logrado, hasta ahí quedaba.
Han pasado más de cuatro meses desde que operaron al volante olimpista, su recuperación ha sido acelerada y con todas las medidas, el objetivo es que Fabián Coito lo lleve a los Juegos Olímpicos de Tokio sin haber jugado un tan solo minuto en los últimos seis meses, además, Olimpia no estará dispuesto a aceptar que el jugador, ya recuperado para esa fecha se quede en Honduras, es un torneo que servirá de vitrina, así que otros serán los sacrificados para que Pineda tenga un cupo.
Honduras debutará ante Rumania el 22 de julio, suficiente tiempo para que el jugador llegué en forma y se haya recuperado en su totalidad de su lesión de ligamentos.