Cuando se juega un partido importante y no se gana, siempre hay villanos, culpables, esos jugadores que se convierten en un problema para su propio equipo, Motagua lo vivió ayer ante Olimpia. Marcelo Santos, Roberto Moreira y Kevin López. Al final de todo jugaron en contra de los intereses del cuadro capitalino.
Para Motagua, el partido ante Olimpia tenía un grado de importancia que superaba los niveles, se jugaban la lucha por el primer lugar, una victoria y las esperanzas de arrebatarle la primera posición en la última fecha al Albo, se convertía en una posibilidad. Claro, eso solo se daba con una combinación de resultados en la última fecha, ahora, todo es imposible, Olimpia se quedó como primero de su grupo y Motagua aferró a la segunda posición.
El panorama era claro. En los primeros minutos, Motagua se veía mejor que Olimpia, el balón estaba más tiempo en su poder y buscaban atacar por todos lados, el Albo creó una posibilidad de gol, pero el disparo de Yustin Arboleda, salió desviado, un rato más, Roberto Moreira, perdonó, tuvo un falló garrafal, no fue capaz de vencer al portero, Edrick Menjivar, tuvo un habilitación, pero su disparo salió desviado, fue un error reprochable, el primer villano del encuentro. Un gol en ese momento y las cosas cambiaban para el equipo de Diego Vásquez.
Roberto Moreira, falló la oportunidad más clara del partido ante Olimpia.
El segundo y tercer villano de la noche, fueron los jugadores Marcelo Santos y Kevin López, a ambos los expulsaron por entrada a violentas e insignificantes, dos jugadas casi en el mismo lugar de la cancha, Marcelo, vio la roja al minuto 18 del primer tiempo y López, cuando el partido estaba por terminar.