El sueño de los jugadores jóvenes del Real de Minas, cada día que pasa se vuelve inalcanzable para varios futbolistas que buscan un día destacar en el fútbol de Honduras.
Los jugadores del equipo minero, son sinónimos de sufrimientos, máxime los muchachos que no son de la ciudad de Tegucigalpa, hace más de ocho meses que no reciben sus salarios que anda en 3 mil lempiras, un aproximado de 120 dólares por mes.
Aparte que no reciben sus salarios, los futbolistas del interior del país han sido engañados, una vez que han decidido venir al equipo en busca del sueño de convertirse en jugadores profesionales, el equipo no tiene una sede en donde alojar a los jóvenes, tampoco le facilita la comida, el transporte, incluso, se han visto situaciones en donde los jugadores han estado durmiendo en el suelo.
No sólo los jóvenes futbolistas se han quedado en el equipo por amor al arte, el cuerpo técnico de las reservas, cumplira casi un año en no recibir sus salarios, tanta es la lipidia económica que el equipo no pudo inscribir a su cuerpo técnico de esta categoría en la Liga Nacional, en el partido que ganaron en Puerto Cortés, el encargado de dirigir fue el utilero del equipo, tanto Harold Yepes como su asistente, Chirinos, no pudieron ingresar al terreno de juego.
Es normal y muy común que los jugadores del Real de Minas Reservas se presenten a su entrenos con el estómago vacío, llegan sin comer y el club no tiene la facilidad ni las intenciones de llevarle por lo menos una fruta para que se pueda entrenar con energía. Así como se debe de preparar un futbolista de alto rendimiento.