La otra parte de Rubilio Castillo

El delantero del Motagua se llevó una sorpresa el día de ayer en el estadio Nacional de Tegucigalpa. 

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Tegucigalpa, Honduras. Los jugadores del Motagua fueron citados por el cuerpo técnico a las 3:00 de la tarde en el estadio Nacional. A esa hora debía de. Comenzar el entreno, la mayoría habían llegado y se entretenían jugando tenis fútbol. Una costumbre que los lleva a la competencia interna. Nadie está dispuesto a perder.

Pasados unos minutos, seguían llegando los jugadores. Aún había suficiente tiempo. Apareció Rubilio Castillo, la esperanza golpeadora del equipo, venía apresurado, debía de competir contra el Mango Sánchez, Andino, Vega, Elvir, Pereira, juegan uno contra uno, tienen tres toques máximo, el que pierde es sujeto de burlas, debe ir a un costado y a esperar turno.

Castillo, apresuró el paso. Tienen una rivalidad entre ellos, es la previa del entreno, justo se le cruzó en el trayecto el niño, Kevin Jaziel Villalta, de apenas 12 años y con problemas de audiencia y de habla, originario del Barrio La Cuadrilla de Santa Lucía. La emoción traicionó a Kevin, no más abrazó a Rubilio, comenzó a llorar, estaba en los brazos de su ídolo, no lo podía creer. Fue un momento muy agradable, momento bello. La madre de Kevin es ciega.

«Es algo muy especial, momentos únicos, detalles que conmociona. Los problemas que uno tiene, no son nada cuando es comparado con este caso. Ha sido muy agradable ser abrazado por el niño» dijo Rubilio a Al Desnudo.

El delantero le prometió una camisa oficial a Kevin, que será entregada en los próximos días.

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